La Reorganización Accionaria Familiar concentra la propiedad de las empresas automotrices y sus inmuebles en un menor numero de accionistas y evita que la fragmentación de la propiedad en la segunda y tercera generación de la empresa dificulten su administración. Así mismo, logra la independencia de las familias, estimula el crecimiento de las empresas y ofrece mayores oportunidades a los hijos y nietos que operan los negocios.